Llegar a Siem Reap fue llegar a
nuestro primer lugar de vacaciones desde que iniciáramos el viaje. Digo vacaciones, no me malinterpretéis,
porque dejamos por unos días de buscar alojamiento y deshacer el petate cada
día y nos dedicamos solamente a disfrutar. Allí nos alojamos en el Motherhome
Inn, un hotel de auténtico lujo, que conocimos gracias al blog www.melargodeviaje.com, y aunque algo caro para Camboya (20$/noche), bien mereció la pena.
Para empezar, hicimos la reserva vía email sin ningún problema y sin necesidad
de dar el número de nuestra tarjeta de crédito, respondiendo nuestros numerosos
emails casi al instante. Además nos reservaron el autobús de Phnom Penh a Siem
Reap (ida y vuelta) y los respectivos pick-up
sin cobrarnos un duro extra. Al llegar al hotel nos recibieron con un cóctel de
bienvenida y unas toallas húmedas para limpiarnos las manos. Las habitaciones,
después de dos meses de viaje, eran impresionantes. El desayuno buffet era el
mejor que habíamos probado (y que probaríamos) en todo el viaje, completísimo.
Bollería, fruta, huevos, arroz, fideos, etc. Disponían de alquiler gratuito de
bicicletas. Y por si fuera poco, tenía una piscina de puta madre para
refrescarte después de pasar todo el día en Angkor Wat. ¡Espectacular! Nosotros
habíamos reservado en su otro establecimiento, el Motherhome Guesthouse, menos
lujoso, pero lo estaban reformando y nos guardaron la reserva en el Inn
manteniéndonos el mismo precio. Funcionan de maravilla. Además, tenían wifi,
internet en el lobby y pudiendo imprimir lo que quisieras GRATIS. ¡Una
maravilla! Tuvimos que quedarnos una noche más porque el primer día nos cayó el
diluvio universal y no pudimos salir del hotel ¡qué pena! En China pagamos más
por hostels bastante cutres, y en el resto del viaje nos volvería a suceder,
así que mereció mucho la pena.
Para visitar las ruinas de
Angkor Watt existen varias opciones, disponiendo de 3 modalidades de entrada:
1 día → 20 $
3 días → 40 $ (válida durante 1 semana; no es necesario que sean días
consecutivos)
7 días → 80 $ (válida durante 1 mes)
Con el billete tienes derecho a
visitar la zona de Angkor (4 km al norte de Siem Reap), la zona de Roluos (13
km al este de Siem Reap) y la zona de Banteay Srei (al norte del complejo de
Angkor, a unos 40 km de Siem Reap).
Nosotros optamos por la de 3
días, pues ver las ruinas en 1 día es totalmente imposible y puede resultar
estresante, y 7 días se nos salía del presupuesto. Con 3 días tienes tiempo más
que de sobra para visitar el complejo de Angkor Wat y los alrededores, y eso
hicimos.
Es
muy importante tener en
cuenta que las taquillas para comprar la entrada solamente están en la
carretera principal de acceso a Angkor, en la calle Charles De Gaulle, la calle
que sale girando a la izquierda en la rotonda que hay justo antes del puente
que cruza el río, donde se encuentran los jardines reales. Si vas por otras
carreteras tendrás que volver atrás unos cuantos kilómetros hasta encontrar las
taquillas, ¡así que andad con ojo!
En cuanto a la manera de
visitarlo, básicamente existen 2 opciones. Alquilar una bicicleta (1-2$ al día
las sencillas, tipo Verano Azul, con su cestita; 5-10$ las mountain-bike) o
moto (10$ al día + gasolina), o pagar a un conductor de tuk-tuk (15-30$ al día, según lo bien o mal que negocies, hay gente
que llega a pagar hasta 45-50$ al día) que te lleva donde tú quieres y te
espera a la salida de cada templo. Nosotros, obviamente, optamos por las
bicicletas, que además nos salían gratis, las puedes dejar en cualquier lugar a
la entrada de los templos sin ningún problema y te dan toda la libertad del
mundo, eso sí, siempre que no pinches una rueda, como me sucedió a mí a medio
camino del circuito corto, cuando todavía nos quedaba visitar el templo de
Angkor, y después de recorrer varios kilómetros con la rueda pinchada, tener el
culo atartallado por los botes, acabamos cogiendo un tuk-tuk, que por 4 dólares negociados nos llevó con las bicicletas
hasta Angkor, nos esperó y nos llevó después hasta el hotel. Pero pudo ser
mucho peor y pudimos disfrutar de ese maravilloso templo.
Nuestro recorrido fue el
siguiente, siempre intentando visitar los templos en sus horas de menor
afluencia, gracias al blog de viajesconmochila (www.viajesconmochila.blogstpot.com),
un blog genial con un montón de información y consejos, y lo conseguimos.
Día 1 → recinto
de Angkor Thom: Phnom
Bakheng (colina) y Angkor Thom (Bayon, Baphon y
alrededores).
Día 2 → Circuito
largo: Preah
Khan, Neak Pean, Ta Som, East Mebon , Pre Rup y añadiendo
Banteay Kdei
Día 3 → Circuito
corto, dejando Angkor Wat para el final: Ta Prom., Thommanom,
Chau Say Thevoda y Angkor Wat
Si queréis evitar a las multitudes y visitar
los templos con tranquilidad y en silencio, os dejamos algunas recomendaciones
acerca de qué lugares evitar según el horario:
-
Angkor Wat: al amanecer y al atardecer. A estas horas está infestado
de gente, y por la mañana el sol sale por detrás del templo, dejándolo a
contraluz. Las mejores horas son de 2 a 4 de la tarde, donde si tenéis suerte y
hay agua (cuando fuimos nosotros los lagos estaban secos) podréis ver el templo
reflejado.
-
Puerta sur de Angkor Thom: entre 8 y 10 de la mañana. El resto del día
suele estar poco frecuentada.
-
Bayon y Baphuon: entre 8 y 10 de la mañana. Las mejores horas están en
torno al mediodía, donde no hay casi nadie.
-
Phnom Bakheng: al atardecer, donde se forman colas de hasta 2 horas
para subir a ver la puesta de sol. Por la mañana está absolutamente vacío y
tienes una magnífica visión de 360 grados. Cuando fuimos nosotros estaban de
reformas, con una grúa gigante a pie del templo un poco molesta.
-
Pre Rup: al atardecer, donde llegan muchos tours. El resto del día se
puede visitar a cualquier hora.
De todos los templos, los que
más nos impresionaron fueron el Bayon (donde te sientes vigilado a cada paso
por las numerosas caras talladas en la piedra), el Baphuon, que está a
continuación (que debió ser espléndido en su apogeo, con su majestuoso pasillo
central que lleva al pie del templo) y el Ta Prohn (realmente espectacular por
lo exuberante de la naturaleza que intenta engullirlo, haciéndote sentir como
un verdadero explorador descubriendo algo que nadie antes ha visto). El Angkor
Wat, icono del país y el más conocido, es un templo espectacular, inmenso, pero
quizá por haberlo visto antes en numerosas fotografías y ser ya conocido, no
nos pareció tan interesante.
Los días en el complejo de
Angkor se hacen largos pedaleando bajo el sol asfixiante, aunque se amenizan
con compañía como la de Thobias, un chico alemán con el que ya coincidimos en
Dalat (Vietnam) subiendo al monte Lang Biang, y con un picnic a la sombra de
cualquiera de los templos. Y para rematar el día, un refrescante chapuzón en la
piscina del hotel. Fueron unos días fantásticos y mereció la pena el precio de
la entrada, pues los templos son realmente espectaculares y Angkor bien merece
la visita para todo aquel que tenga oportunidad. Por otro lado, Siem Reap tiene
muy poco (o nada) que ofrecer. Es una ciudad hecha por y para el turismo, con
unos precios desorbitados, donde hay que hacer malabarismos para comer barato
(aunque siempre están los puestos de la calle y los fideos instantáneos de
supermercado) y con un turismo muy masificado y enfocado a la fiesta y la
borrachera. Hasta existe una calle llamada Pub
Street.
0 comentarios:
Publicar un comentario